En el alucinante país de las maravillas, creado por el matemático Lewis Carroll, la Reina de Corazones (o Reina Roja) le advierte Alicia que, en su mundo, “hace falta correr todo lo que puedas para permanecer en el mismo sitio”. Esta admonición de la Reina Roja, de universal valor, tiene profundas implicaciones en la Biología dado que sintetiza la continua competencia –a menudo brutal- que las especies deben enfrentar para preservar su nicho ecológico.
Otro tanto pasa en el mundo humano de los negocios, donde constantes presiones competitivas, constantes variaciones de la oferta/demanda, y constantes innovaciones tecnológicas disruptivas, fuerzan a las compañías a “correr sin parar” solo para no perder su posición en el mercado. Quien no avanza, dice la Torah, retrocede.
La hipótesis de la Reina Roja es un argumento evolutivo que propone que los organismos deben adaptarse constantemente, fabricando nuevos rasgos fisiológicos y/o morfológicos que aseguren su supervivencia y proliferación. De no hacerlo, sucumbirían frente a la constante presión ejercida sobre ellos y sobre su medio ambiente por especies rivales. Un ejemplo clásico es el surgimiento de una nueva toxina vegetal que una planta “inventa” para hacerse menos comestible a las orugas que comúnmente la devoran… Como consecuencia de esta mejora, las orugas se ven a su vez forzadas, con el tiempo, a encontrar el modo de sintetizar antídotos (usualmente enzimas que degradan eficientemente la nueva toxina).
Es evidente que cada innovación o mejoría adaptativa de una especie, dado que mejoran sus probabilidades de proliferación, impacta negativamente en las otras especies de su ecosistema. El análisis del número de subespecies de un género cualquiera (digamos, los erizos de mar) revela que la tasa de extinción de dichas subespecies permanece constante a lo largo del tiempo.
"Como vez, aquí hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido."
Lewis Carroll, Alicia a través del espejo.
Desde la perspectiva de la Biología Evolutiva, la “hipótesis de la Reina Roja”, como se le ha dado en llamar, explica el continuo esfuerzo de cada organismo por oponerse a esta forma de entropía ecológica. Suponemos incluso que este fenómeno de la incesante invención adaptativa, observado en todas las especies, ha empujado a los organismos primitivos a inventar el sexo como defensa al ataque de los parásitos. En efecto, la reproducción sexual supone una gran ventaja sobre la reproducción asexual (por simple mitosis) ya que corta las probabilidades de transmitir los parásitos que pueden haber colonizado al organismo, al aparearse con otro organismo no infectado. Los humanos no estamos exentos de este principio biológico, en particular en las urbes post-industriales.
Las novedosas amenazas químicas, microbiológicas, electromagnéticas, etc., en las que estamos envueltos, amenazan con destruirnos. ¿Qué estás haciendo para adaptarte a las continuas demandas de nuestro difícil y artificial medio ambiente?
Ernesto Prieto Gratacós