HIPOTIROIDISMO SILENCIOSO
Si estás experimentando fatiga, intolerancia al frío, pérdida del cabello, obesidad, estreñimiento, memoria debilitada, depresión y “neblina mental” -y no hay otra evidente deficiencia orgánica que lo explique- es posible que padezcas de hipotiroidismo subclínico. Esto significa que, aunque a primera vista tus análisis de sangre pueden aparecer normales, a nivel biológico la crucial función de tus hormonas tiroideas está siendo insuficiente. Como un baterista que marca el ritmo en una orquesta, la glándula tiroides segrega hormonas que determinan el ritmo del metabolismo. Esto se logra primariamente estimulando a los tejidos de cada órgano del cuerpo para que incrementen la intensidad de sus funciones y su consumo de oxígeno.
Fig.1 En un círculo cerrado, los niveles de hormonas tiroideas se regulan por varios mecanismos coordinados de retroinhibición. Al sensar un descenso en hormonas tiroideas circulantes, el hipotálamo -porción del cerebro ubicada justo sobre la hipófisis o glándula pituitaria- segrega la hormona liberadora tirotrofina, la que a su vez estimula a la hipófisis para que segregue TSH (hormona estimulante de tiroides).
El rango de referencia no refleja la realidad fisiológica.
Con la edad, suelen aparecer síntomas tales como obesidad y depresión. Si una imperceptible deficiencia tiroidea fuera la causa, ambas pueden ser remediadas con la suplementación adecuada de T3. Cerca del 40% de las personas mayores de treinta años padece de hipotiroidismo, detectado o no.(1) El hipotiroidismo franco es muy facil de diagnosticar, ya que las hormonas tiroideas (T4 y T3) estarán deprimidas, al tiempo que la hormona estimulante (TSH) estará alta debido a que la hipófisis intenta estimular a la glándula para compensar la deficiencia sanguínea. Sin embargo, la mayoría de los médicos aún se basa en los antiguos valores de referencia normales (0,4 --- 5,5 µUI/mL), considerando sanos los valores de TSH incluidos dentro de ese rango. Aun si las hormonas T4 y T3 están dentro de rangos normales, la presencia de dos o más síntomas de una baja función tiroidea (↑) acompañados de una TSH >2 fuerza a sospechar un hipotiroidismo subclínico.
La causa primaria más poderosa de hipotiroidismo es la deficiencia nutricional de yodo y selenio. Esto no se refiere a enfermedades autoinmunes como Hashimoto y Graves, que en nada se benefician de los suplementos con yodo. Desde hace décadas, la mayoría de los países ha decretado una ley que obliga a los productores de sal comestible a agregar yodo a cada lote. A menudo las deficiencias metabólicas que caracterizan al hipotiroidismo provienen de la deficiencia combinada de yodo y selenio. Se sabe hace mas de 20 años que la suplementación abundante con Selenio, Zinc y Manganeso es capaz de reactivar el sistema hormonal de control del eje hipotálamo-hipófisis-tiroides y mejora la conversión de T4 en T3 (triyodotironina, la forma activa de la hormona).(2-4)
Fig.2 Los modelos moleculares de T4 (prohormona tiroxina) y T3 (triyodotironina) muestran en color púrpura los átomos de yodo -cuatro y tres respectivamente- de estas importantísimas secreciones tiroideas. ¡Es por esto que el yodo es esencial para la formación de las hormonas tiroideas!
Niveles sanguíneos de TSH mayores a 2 (µUI/mL) revelan deficiencias funcionales aun con valores normales de T4 y T3, al tiempo que auguran alta probabilidad de padecer hipotiroidismo franco y enfermedad tiroidea autoinmune en los próximos veinte años. Asimismo, pasado este valor de TSH es también más elevado el riesgo de enfermedad cardiaca.(5)
Una manera práctica de diagnosticar el hipotiroidismo subclínico es medir diariamente la temperatura basal (sublingual, al amanecer) durante dos semanas seguidas. Desarrollado por Broda Barnes, este test revela la intensidad del metabolismo basal.(6) Si la temperatura está consistentemente por debajo de 35,5*C esto es indicativo de un metabolismo basal deprimido. Prescrita por un médico competente, la suplementación con extracto de tiroides y/o reemplazo de las hormonas T4 y T3 cambiará radicalmente el estado orgánico y mental de las personas aquejadas de esta forma silenciosa, subclínica de hipotiriodismo.
Ernesto Prieto Gratacós
Laboratorio de Terapia Metabólica, Buenos Aires.
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