NEUROGÉNESIS del CEREBRO ADULTO
Actualizado: 4 mar
Las neuronas en nuestro cerebro han pagado un precio altísimo por su increíble especialización. Tan compleja es la función nerviosa superior, que las neuronas han debido enfocarse estrictamente en su inteligente tarea a expensas de cualquier otra cosa, incluyendo su propia proliferación. Según este criterio, el número de neuronas con que nacemos nunca se incrementa, sino que declina inexorablemente a lo largo de la vida, de lo cual se desprende que las neuronas parecen no reproducirse... o así pensábamos. Desde los días iniciales de la neurología, inspirados por el genial Santiago Ramón y Cajal, hemos vivido convencidos de que, como dice el refrán, “no se le puede enseñar trucos nuevos a un perro viejo”. ¿Pueden los mamíferos adultos generar neuronas nuevas? ¡Sí pueden! La neurogénesis adulta es la “germinación” de nuevas neuronas, que migran luego para integrarse a circuitos neuronales existentes tras el desarrollo fetal y postnatal temprano. En la mayoría de las especies de mamíferos, la neurogénesis adulta sólo parece producirse en el bulbo olfativo y el hipocampo. En los humanos, este fascinante y prometedor proceso parece cesar por entero después de los 13 años. Ciertos estímulos nutricionales, hormonales, farmacológicos, así como el ejercicio vigoroso, el estudio concentrado y especialmente los ayunos intensos (de 48 - 96 hs) promoverían la neurogénesis. En cambio, la deprivación de sueño, la malnutrición, el envejecimiento, el sedentarismo y la intoxicación etílica, inhiben la generación de neuroblastos a partir de células-madre cerebrales.

Un incuestionable dogma original de la neurobiología era pues que el cerebro de los mamíferos no experimentaba neurogénesis (formación de nuevas neuronas) en la edad adulta. Sin embargo, en las dos últimas décadas, nueva evidencia experimental ha mostrado con certeza que sí existe la generación de neuronas nuevas a partir de células madre de ciertas regiones del cerebro, las cuales pueden migran a otras partes dañadas siguiendo un sendero específico (4). Al final de esta sección describimos varias técnicas documentadas para incrementar la neurogénesis que pueden empezar a implementarse de inmediato. Hacia 1998 se demostró la existencia de neurogénesis en seres humanos adultos. Este proceso regenerativo ocurre en una región muy específica del cerebro, el hipocampo, y ocurre aproximadamente así: En el adulto sano, las células-madre neurales contenidas en la Zona Sub-Ventricular permanecen “dormidas”, es decir en estado quiescente, mientras no sean estimuladas por ciertas señales. Las señales tróficas y ciertas condiciones propiciatorias (ver blog Neuronutrición) permiten este fenómeno. Al activarse y dividirse, dichas células pluripotenciales dormidas generan nuevas células nerviosas o proto-neuronas denominadas neuroblastos. En la mayoría de los mamíferos, un segmento del cerebro conocido como bulbo olfatorio -conteniendo las células responsables de la detección de olores- permite la integración o asimilación de esas neuronas recién nacidas, las cuales arriban desde su sitio de origen en un proceso de desplazamiento celular conocido como Corriente Migratoria Rostral o Vía Rostral Migratoria.

Lentamente, como si se tratara de una hilera de hormigas diminutas, las nuevas neuronas se desplazan por un curioso mecanismo de transporte desde su sitio de origen hasta la zona que necesita ser reparada. Llegar a comprender y dominar las señales y mecanismos que gobiernan la neurogénesis permitirá no sólo frenar el deterioro cognitivo asociado a la edad sino también reparar las lesiones traumáticas, tóxicas y necróticas (infartos cerebrales) que tantos estragos causan a la población humana. Los recursos que a continuación veremos funcionan óptimamente de manera combinada, por lo que debe considerarse su adopción simultánea y sostenida.
Ocho factores que pueden incrementar la neurogénesis
Ayuno profundo (autofagia regenerativa): La restricción calórica en forma de ayunos mayores a 48 o 72 horas cada mes tiene un impacto regenerador bien establecido sobre todo el organismo. El ayuno incrementa la neuroplasticidad -creando más ramificaciones dendríticas- y mejora las funciones cognitivas, al tiempo que previene las enfermedades neurodegenerativas.
Reposición hormonal bioidéntica: De acuerdo con la evidencia publicada, así como nuestra propia experiencia clínica, el factor subyacente más importante en la degeneración cognitiva es la EDAD BIOLÓGICA, cuyos marcadores se conocen. El envejecimiento deteriora la capacidad regenerativa del cerebro por varios mecanismos simultáneos, de modo que un buen lugar para comenzar es la reposición hormonal bioidéntica. Devolviendo al organismo niveles juveniles de hormonas como la testosterona, la DHEA, la somatotropina (GH) y la serotonina, le damos al cerebro una oportunidad para regenerarse. Dado que el estímulo hormonal es sumamente poderoso, este podría estimular algún proceso anarco-proliferativo, es decir, el crecimiento no autorizado de grumos celulares anaplásicos previamente existentes (micro-tumores ocultos). En ningún modo debe creerse que las hormonas naturales de nuestro organismo generan cáncer, pero -al menos en teoría- podrían estimular un crecimiento ya existente aun sin diagnosticar. Cerciórate de tener “luz verde” antes de emprender un programa de reposición hormonal bioidéntica.
