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ACTIVANDO LA RESPIRACION CELULAR

Las vitaminas son los cofactores indispensables para la generación de energía celular. Incrementar el ingreso de tiamina (B1) eleva de inmediato la producción de ATP, lo cual es de enorme ayuda en virtualmente todas las patologías, incluyendo el envejecimiento. Como mencionamos en el post sobre riboflavina, una adecuada concentración de B2 es crítica para la síntesis de la enzima respiratoria FAD, cuya funcionalidad está íntimamente ligada a la otra enzima respiratoria crucial, NAD, que tiene a su vez como cofactor a la niacina o vitamina B3. Dado que la aparición del cáncer se debe esencialmente a la disfunción respiratoria de las células, la deficiencia crónica de vitaminas del complejo B predispone directamente al cáncer. Ya sea por falta de oxígeno, por ausencia de cofactores vitamínicos, o por la injerencia de toxinas que actúan como disruptores mitocondriales (venenos respiratorios) una caída progresiva en la capacidad respiratoria mitocondrial fuerza paulatinamente a las células reprogramar su metabolismo energético. Confrontadas con una depresión respiratoria, las células necesariamente adquieren un fenotipo fermentativo con progresiva anulación de la fosforilación oxidativa e involución de las crestas mitocondriales internas (crestodismorfia) incluyendo la ausencia del citocromo c, componente de la cadena transportadora de electrones que es además el detonante primario de la apoptosis o muerte celular programada.

Fig.1 La respiración celular es crucial para sostener la vida en los animales superiores. En este proceso son cruciales los cofactores enzimáticos que denominamos vitaminas. Algunas personas intentan optimizar su tiempo de apnea y la capacidad mitocondrial por medio de ejercicios super-intensos y natación submarina, lo cual puede ser muy contraproducente si hay malnutrición a nivel celular. Debe garantizarse una provisión de micronutrientes primero!


Suplementar dosis metanutricionales de vitaminas actúa sistémicamente como un shock energético positivo, y es un método enteramente nuevo de tratar enfermedades del más diverso tipo, dado que la energía tiene utilización universal. Por otro lado, los derivados internos del metabolismo de las vitaminas tienen acciones terapéuticas independientes. Se ha demostrado, por ejemplo, que un metabolito la B1 llamado TTDF (tetrahidrofurfuril disulfuro de tiamina) protege de los efectos venenosos del cianuro y protege el hígado de la intoxicación por tetracloruro de carbono, un conocido carcinógeno. Es útil entender que la enfermedad puede explicarse como el resultado de la interacción de los genes, las circunstancias ambientales, las sustancias ingeridas (incluyendo el oxígeno) y la energía disponible, como 4 círculos superpuestos. Una enfermedad puede estar determinada puramente por la expresión de un gen anormal. Sin embargo, puede necesitar otro factor (un ataque externo) para expresarse clínicamente. Decenas de patologías tienen un trasfondo genético, pero no se expresa clínicamente hasta pasados muchos años y a menudo se inician por alguna forma de estrés biológico (Síndrome de Adaptación General) dependiente de la energía.

Fig. Complejos respiratorios de la cadena transportadora de electrones de las mitocondrias. El alargado rectángulo horizontal en que se ubican las enzimas respiratorias representa la cresta mitocondrial interna.


Carencia de niacina, deficiencia respiratoria y tumorogénesis

En el continuo proceso de generación de energía celular, la niacina es un cofactor fundamental. Conocida también como ácido nicotínico o vitamina B3, La deficiencia severa de niacina resulta en pelagra, una enfermedad mortal caracterizada inicialmente por dermatitis, diarrea y demencia, por lo que se la conoce como “la enfermedad de las 4 D” (ver más abajo). Por fortuna, la B3 es capaz de revertir esos trastornos con gran rapidez. Es útil en enfermedades tan variadas como arterosclerosis, síndrome de Ménière, alcoholismo, hipoclorhidria y acné. Su forma aminada, la niacinamida, es el precursor del NAD (nicotinamin-adenin-dinucleótido) razón por la cual la B3 es un importante factor en la prevención del cáncer, gracias a su función enzimática en la respiración mitocondrial. Como dijimos, la única manera racional de prevenir el cáncer es garantizar la adecuada función respiratoria, evitando así la transformación maligna de las células normales que se encuentran bajo demanda funcional excesiva.


Esta vitamina sensibiliza también los receptores benzodiazepínicos, ejerciendo un efecto calmante que permite disminuir, o incluso eliminar, las drogas ansiolíticas. Es además antirreumática y antiartrítica. La niacina es muy importante para el metabolismo cerebral. En combinación con B.6 y ascorbato, parece impedir la formación de adrenocromo, potente toxina cerebral resultante de la noradrenalina oxidada, suprimiendo así síntomas de la esquizofrenia tales como la paranoia, las alucinaciones y condiciones psiquiátricas de tipo depresivo o neurasténico. Intensifica también los orgasmos y humedece las mucosas, siendo necesaria también en la síntesis de las hormonas sexuales. Mas del 80% de la población en EEUU padece sin saberlo una deficiencia crónica de niacina. Si bien su total carencia produce inexorablemente la muerte, incluso deficiencias moderadas de niacina producen fatiga, anorexia, halitosis, úlceras, insomnio, irritabilidad, cefaleas y depresión.