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MIOCARDITIS por VACUNA (y su solución molecular)

Actualizado: 23 feb

En los últimos 24 meses, incluso cardiólogos experimentados han visto más miocarditis que en sus treinta años anteriores de carrera (juntos). La miocarditis, una inflamación del tejido muscular que forma el corazón, solía ser resultado de una infección gripal mal curada, usualmente en personas malnutridas, diabéticas y/o inmunosuprimidas. Ahora, el tsunami de trastornos cardiacos inflamatorios que está registrándose en todos los países desarrollados es una consecuencia directa de la vacunación con productos de ARNm (específicamente, de vacunas con la proteína spike). Dicha inflamación y fibrosis del miocardio predispone a la falla cardiaca súbita. Este paro cardiaco se debe a una falla arritmogénica, es decir, proviene de una alteración del ritmo acompasado de las contracciones del corazón, no de un bloqueo arterial por aterosclerosis. La miocarditis es fácilmente diagnosticable, pero pocos profesionales saben qué hacer con ella. En este blog describimos varias medidas de corrección molecular -efectivas e inocuas, y conocidas desde hace décadas- que tu médico puede prescribirte.



Fig.1 La miocarditis es un estado avanzado de inflamación en el corazón, con niveles mucho más altos de troponina en sangre. Tanto las gripes virales persistentes ("long COVID") como las alteraciones post-vacunatorias del corazón pueden tratarse con sencillas y efectivas intervenciones moleculares que un médico competente sabría administrar sin problemas.


La novedosa y problemática técnica inmunológica de vacunar con ARNm, es en realidad la transfección de material genético viral a seres humanos. Las vacunas clásicas (Viruela, Polio, Tuberculosis, etc.) que tanto bien han hecho a la Humanidad, consistían en exponer al organismo a una versión atenuada de la bacteria o virus, para instruir de antemano al cuerpo a cómo armar una respuesta inmunitaria en caso de toparse con el germen verdadero. Esta nueva técnica, en cambio, introduce sistémicamente información genética viral (una proteína específica del virus SARS COV-2). Los genes virales de la vacuna penetran las células de la persona, comenzando a sintetizar la proteína spike en cantidades masivas y por un largo periodo. Un rasgo novedoso de esta miocarditis vacunatoria es que tiende a generar coágulos de sangre, que dependiendo del tamaño llegan a bloquear el riego sanguíneo de uno o varios órganos (trombosis), incluyendo el corazón mismo.


La proteína spike se adhiere al endotelio, una delgada y sensible capa celular que tapiza el interior de todos los vasos sanguíneos, incluyendo los del corazón, infiltrándose en las células musculares cardiacas (cardiomiocitos). Aun si dicha proteína viral ataca inicialmente solo las paredes de las arterias, el músculo cardiaco acabará inflamándose (atrayendo macrófagos y otras células del Sistema Inmunitario que empeoran su estado). Esto se debe a que el árbol vascular -el conjunto de todas las arterias y venas- estará inflamado y apretado, creando una resistencia al torrente sanguíneo que es empujado desde el corazón con cada latido. Dicha vasoconstricción también aumenta la propensión a formar micro-coágulos de sangre. Con el tiempo, la inflamación del miocardio empeora en un estado de fibrosis del tejido muscular.


Fig.2 Síntomas de una miocarditis incipiente incluyen opresión o dolor del pecho y alteraciones del ritmo cardiaco (taquicardia, extrasístoles, “vuelcos del corazón”, etc.). Si la inflamación miocárdica evoluciona rápidamente, también pueden aparecer síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva, como ahogo, intolerancia al ejercicio e hinchazón de las pantorrillas.


Tu médico puede mandarte sencillas pruebas como una radiografía de tórax, un electrocardiograma (ECG), así como un ecocardiograma para determinar si tienes miocarditis. También, existen parámetros bioquímicos (para los cuales se pide un análisis de sangre) de gran utilidad para detectar lesiones en el tejido muscular del corazón. Si el parámetro sanguíneo llamado troponina está elevado, eso le indicará al médico que hay daños en las células cardiacas. Según los reportes publicados en la literatura científica, este fenómeno destructivo se está manifestando en multitud de personas con gripe viral crónica (COVID persistente), la mayoría de los cuales ya ha sido inoculado con el producto genético ARNm. También se viene presentando cada vez más miocarditis en individuos que, si bien se vacunaron, nunca contrajeron ningún coronavirus.