El organismo humano es un sistema complejo y en intensa interconexión con su ambiente. En tu salud influyen numerosos factores, como tus genes, cientos de metabolitos nutricionales, luz, sonidos, olores, radiaciones energéticas muy diversas (desde los rayos cósmicos hasta las microondas), y tus propias acciones. Dado que reina una gran confusión en torno a la salud -y mucha gente se distrae, gastando atención, dinero y tiempo en optimizar asuntos sin importancia- aquí van algunos principios rectores que pueden ayudarnos a mejorar nuestras posibilidades de vivir una vida larga y sana. Al estilo bíblico, he aquí diez mandamientos para la salud humana, basados en la ciencia antropológica, médica, epidemiológica y nutricional:
1. Tomarás alimentos naturales y de alta densidad nutricional.
Nuestro cuerpo necesita decenas de micronutrientes para funcionar correctamente. Por desgracia, reina una gran confusión respecto a la dieta humana, inducida por la industria alimentaria, pero la evidencia antropológica nos sugiere que la nutrición sustentable de nuestra especie es el exacto opuesto de lo expresado en la piramide alimentaria. Para nuestro horror, según Chat GPT, BARD y otros modelos de lenguaje de inteligencia artificial una dieta rica en nutrientes "es aquella que es rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, y también es baja en alimentos procesados, bebidas azucaradas y cantidades excesivas de grasas saturadas y poco saludables." Esta es por supuesto, una receta para el desastre. Nuestra especie evolucionó precisamente gracias a las grasas saturadas y complejas de los tejidos y órganos animales. De hecho, la carne magra -el tejido muscular- era considerada más bien "comida de perros", como me confirmaron personalmente los cazadores Inuit. La foto inferior describe mejor la práctica alimentaria congruente con nuestra especie.
2. Entrenarás con fuerza y sistemáticamente.
El ejercicio es crítico para mantener la saturacion de oxígeno en los organos y tejidos vitales, un metabolismo eficaz y un cerebro hiperconectado. El entrenamiento de fuerza reduce dramáticamente el riesgo de enfermedades degenerativas crónicas, mejorar el ánimo, los niveles de energía y la secrecion de hormonas anabólicas propias. Intenta hacer al menos 30 minutos de ejercicio de fuerza, con intensidad moderada (esto es, con suficiente descanso entre tandas) la mayoría de los días de la semana. Esta no es la prescripción necesaria para un atleta profesional -que requiere intensidades muy superiores- pero si ha demostrado epidemiológicamente ser protectora a largo plazo.
3. Dormirás largo y profundo.
El sueño es la actividad fisiológica crucial para la limpieza y reconstrucción de los tejidos del organismo, incluyendo el hígado, la piel y el cerebro. La mayoría de los adultos necesitan alrededor de 7-8 horas de sueño de calidad (con suficientes periodos de sueño REM y sueño profundo) por noche. La proteína Tau, metabolito terminal de la funcion del tejido nervioso superior, solo puede evacuarse del cerebro durante el sueño. Su persistencia, es un conocido factor inductor del Alzheimer.
4. Neutralizarás el estrés con sauna, masajes, tanques de flotación y acupuntura.
El estrés psíquico no liberado en la forma de acciones físicas impacta negativamente en tu organismo y tu psique. Incorpora técnicas eficaces para gestionar y disolver el estrés, disolviendo su efecto destructivo, como la hipertermia, la terapia de restricción de estímulos sensoriales (tanques de flotación), la natación submarina suave, el yoga, la meditación o pasar tiempo en la naturaleza.
5. Evitarás las toxinas ambientales.
Muchos venenos respiratorios mitocondriales y neurotoxinas se incorporan en la alimentación, los productos de tocador, limpieza, lavandería, etc. (pesticidas, barnices, suavizantes, espesantes, alcohol etílico, etc.). También pueden proceder de fuentes como la contaminación industrial y automotriz, el humo de cigarrillos, inciensos y velas aromáticas, así como los alimentos ultraprocesados. Limita tu exposición a las toxinas por todos los medios. Esto implica que los alimentos descritos en el primer mandamiento deben ser orgánicos, no de origen industrial.
6. Procurarás revisiones médicas y análisis bioquímicos periódicos.
La detección ultratemprana de problemas incipientes de salud es el modo más inteligente y efectivo de disolver los problemas del organismo antes de que se manifiesten como síntomas y signos patológicos, y se hayan convertido en problemas serios de salud. Entra en este enlace para ver nuestro programa BloodWork: La Guía Definitiva para Interpretar tus Análisis y Optimizar tu Salud https://www.ernestoprietogratacos.com/bloodwork
7. Ayunarás en profundidad varias veces al año.
Validado por todas las razas y religiones de la Humanidad durante milenios, el ayuno prolongado o Ayuno Profundo es un método infalible para la limpieza y regeneración profunda del cuerpo. Dependiendo del sexo, la edad, el Indice de Masa Corporal, el estado de salud previo y el clima imperante, diferentes personas pueden necesitar y tolerar diferentes intensidades de ayuno profundo. Investiga cual es tu subfenotipo específico antes de someterte a ayunos totales prolongados.
8. Construirás cosas valiosas en conexión con otros humanos.
La creación de vínculos sociales y relaciones significativas es de suma importancia para nuestra salud física y mental. Dedica tiempo a tus amigos y familiares, crea cosas útiles para otros e involúcrate en tu comunidad. La jubilación y el aislamiento social son rutas seguras hacia la atrofia cerebral y la involución de la salud y la inteligencia.
9. Procurarás respirar con el vientre, en un ambiente oxigenado.
La respiración original de la vida es con el bajo vientre, tal y como lo re-enseña (Qi Gong). Esto debe practicarse en medio del entrenamiento duro, hasta que se reinstale nuevamente como la respiración normal o automática (por default). La obsesión con la cintura estrecha es fatal en este sentido, ya que conduce al empleo de fajas ajustadas, corsets, y cinturones apretados que limitan aun más la respiración abdominal baja.
10. Te expondrás a la luz solar a primera hora del día y sin luces artificiales a la noche.
Por 2,400 millones de años, la vida en este planeta ha estado regida por la influencia solar y lunar. Los ritmos circadianos son cruciales para los procesos internos de reconstrucción orgánica, y vivir a contramarcha de estos está de hecho considerado como un agente carcinógeno independiente.
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Variadas evidencias antropológicas sugieren que los seres humanos han evolucionado hacia una dieta omnívora de alta densidad nutricional, donde las grasas saturadas propias de los animales han jugado un rol crucial en la formacion y mantenimiento del cerebro. En la transición de las especies pre-humanas al humano conductualmente moderno tuvo un rol crucial el uso del fuego, que permitió la cocción de muchas sustancias hasta entonces incomibles. Nuestro laboratorio ha reportado pruebas de terreno con los pueblos ancestrales del Ártico (Inuit, Yupik, Evenki) indicando que el espectro de alimentación humana comienza en una dieta carnicrudívora y se extiende hasta prácticas alimentarias predominantemente vegetales, con ocasionales huevos, lácteos, pescado, etc. En cualquier caso, el resultado final debe ser una abundancia de micronutrientes. Por otra parte, toda la evidencia clínica y epidemiológica respalda la importancia del ejercicio, el sueño, la luz solar, la sauna y las relaciones afectivas para gozar de buena salud.
Ernesto Prieto Gratacós
Laboratorio de Ingeniería Biológica
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