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  • Foto del escritorErnesto Prieto Gratacós

ERRORES EN AYUNO PROFUNDO

Actualizado: 18 nov 2022

Los tres errores más comunes y serios durante la supresión alimentaria total y prolongada o AYUNO PROFUNDO son:


1- Tomar café (peor aún si tiene MCT, mantequilla o aminoácidos),

2- Hacer ejercicio fuerte, y

3- Comer vorazmente en el refeeding.


Siendo estos errores tan frecuentes y serios, debemos entender exactamente por qué deben evitarse. Esto no se refiere a las formas de restricción calórica moderada y crónica (16/8, OMAD, etc) que no son en verdad ayuno, sino alimentación intermitente.



1. Tomar café para “sostenerse” durante el ayuno es erróneo tanto biológica como psicológicamente. El café contiene múltiples compuestos que funcionan como señales nutricionales para las células de nuestros tejidos, lo cual perturba el proceso de autofagia regenerativa, que es en definitiva el objetivo mismo del ayuno. En especial, agregar aceite MCT (Triglicéridos de Cadena Media) o aminoácidos ramificados con la esperanza de “incentivar la cetosis” o “preservar el tejido muscular” frena en seco la autofagia, ya que los sensores intracelulares mTOR y AMPK que controlan el metabolismo energético y los ciclos de reparación y proliferación celular son sumamente sensibles a las señales nutricionales. Al mismo tiempo, el café tiene un fuerte efecto diurético que induce la pérdida de potasio y magnesio por orina, generando desequilibrio electrolítico.


Por otra parte, la cafeína desestabiliza al organismo por su potencial excitatorio durante el periodo en que el organismo se está deslizando hacia un estado de quietud y economía de esfuerzos (una vasta reacción neuroendocrina -es decir, del cerebro y las hormonas- que conduce a la hibernación).




2. Forzar al organismo a realizar ejercicio vigoroso durante las restricciones calóricas severas sí compromete el tejido muscular, que debe ser desmantelado para lograr generar energía extra destinada al trabajo físico intenso. El hecho de que los animales superiores puedan efectuar trabajo físico fuerte y explosivo en medio de ayunos totales es simplemente una adaptación evolutiva para la supervivencia. En efecto, si no pudiéramos correr y luchar súbitamente tras varios días de inanición total no habríamos sobrevivido a los milenios de heladas polares y hambrunas en que nos forjamos como especie. Pero esto no significa que el ejercicio fuerte durante el ayuno sea algo positivo para los propósitos de reparación orgánica y longevidad. Que podamos hacerlo no significa que debamos hacerlo. Forzar violentamente al cuerpo a actuar, acentúa el catabolismo proteico.

3. Comer vorazmente ni bien se rompe el ayuno -una típica reacción luego de estar privado de alimento por varios días- es una de las mas peligrosas conductas posibles tras el ayuno prolongado. Darse un atracón puede inducir trastornos digestivos, nerviosos y cardíacos. Asociado a este fenómeno, está también el error de comer carbohidratos de rápida asimilación, incluyendo frutas, los cuales inducen un fuerte pico hiperglucémico e insulínico.




Un aspecto fascinante del estado de autofagia generado por los ayunos totales es que se manifiestan células madre pluripotenciales. Estas células nuestras contienen por supuesto toda la información genética necesaria para convertirse en lo que quieran: células hepáticas, células de la piel, células del cerebro, células musculares, etc. Si las sustancias que incorporas inmediatamente luego del ayuno son carbohidratos refinados -especialmente frutas- el violento ascenso de la glucosa sanguínea que estos provocan informará al organismo que existe sobreabundancia de energía disponible y que, por lo tanto, debe no solo agregar depósitos a las células existentes sino también fabricar nuevas células del tejido adiposo (adipocitos) para asegurar una reserva energética futura. En otras palabras, comer carbohidratos refinados y/o fruta tras el ayuno induce la formación de tejido adiposo.


*** Ya que estamos, un cuarto error, pero del cual solo tiene sentido hablar en ayunos totales de más de 72 horas, es olvidarse de hacer lavativas o enemas a partir del tercer día. Limpiar el intestino con agua es de gran ayuda al proceso general de limpieza interna, en este caso en el más literal de los sentidos.


Para terminar, considera que la autofagia regenerativa que se instala tras varias jornadas consecutivas de inanición total permite reprogramar los antojos o adicciones alimentarias, puesto que el organismo emerge del ayuno en condición de especial sensibilidad. En términos bioquímicos es como una suerte de “borrón y cuenta nueva” o, como dirían los romanos antiguos, tabula rasa, que permite rediseñar nuestra alimentaria. Los ayunos profundos ofrecen pues al final una especial posibilidad, consistente en reprogramar los apetitos o antojos. Puedes entonces aprovechar para introducir alimentos realmente beneficiosos y ordenarle a tu organismo: Oye, ¡antójate de esto! …siempre y cuando no introduzcas los usuales elementos de la dieta post industrial.


Ernesto Prieto Gratacós

Laboratorio de Ingeniería Biológica

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