TRIAGE VITAMÍNICO... o Cómo sobrevivir a la malnutrición
Alimentarse mal empobrece la salud y acorta la existencia. En situaciones de penuria nutricional, el organismo evita la muerte por deficiencia de micronutrientes esenciales concentrándolos en el órgano más necesitado, esto es, en los órganos responsables de la supervivencia inmediata y la reproducción (en ese orden). Si se produce, por ejemplo, escasez de bioflavonoides en la dieta, el organismo distribuirá los escasos microgramos de carotenoides que logre rescatar del quimo intestinal y procederá a una alocación asimétrica y selectiva de estos, en los tejidos más sensibles a su falta. Este fenómeno fue bautizado “triage” por Bruce Ames (ver video más abajo), y constituye un fenomenal recurso adaptativo de los organismos para sobrevivir a las hambrunas y periodos de nutrición insuficiente. Esto implica también que el organismo incluso invierte energía en acumular ciertas sustancias -como el Zinc, el Selenio o la vitamina C- dentro de un tipo específico de células contra gradiente de concentración. Tal es el caso por ejemplo de las neuronas y de los leucocitos, que reciben prioritariamente los pocos micronutrientes disponibles en periodos de escasez. La maravillosa capacidad del organismo-como-un-todo para censar su propio estatus nutricional e implementar una alocación asimétrica, órgano-específica (sectorizada) de ciertos micronutrientes ha sido de crucial importancia para la supervivencia y la reproducción a lo largo de la evolución del genus Homo.

Fig.1 Inundadas de azúcares y con muy pobre concentración de micronutrientes (la definición misma de malnutrición hipercalórica), la mayor parte de la Humanidad urbana padece crónicamente de pronunciadas insuficiencias vitamínicas.
La malnutrición crónica compromete las funciones mediatas, post-reproductivas, tales como mantener las neuronas en buen estado y reconstruir los tejidos vasculares y articulares, o mantener una juvenil producción de glóbulos rojos a edades avanzadas. Debido a la alocacion prioritaria de vitaminas y oligoelementos, las proteínas y enzimas implicadas en la reparación orgánica no reciben sus cofactores esenciales, por lo que la malnutrición crónica impide la longevidad saludable. Es así que, aún en individuos con acceso a tantas calorías como para tener incluso obesidad, las deficiencias micronutricionales crean carencias focalizadas. En nuestra experiencia, estos padecimientos crónicos son la norma, no la excepción. Para dichos estados subclínicos de patología carencial ni siquiera el nivel plasmático normal de los nutrilitos -el rango de referencia- es un indicador fiable. La suplementación nutrifarmacológica tiene pues que superar ampliamente las dosis diarias recomendadas (DDR).

Nota: El vocablo "triage" proviene de la palabra francesa trier que significa ordenar, separar o seleccionar, y designa una táctica administrativa usada por los médicos militares en el campo de batalla. Enfrentados al súbito ingreso de un volumen de personal herido superior a la capacidad asistencial disponible en el momento, los médicos dan prioridad al tratamiento de ciertos soldados dependiendo de la probabilidad de supervivencia de dichos heridos.
La Naturaleza favorece la supervivencia inmediata sobre la salud futura. La hipótesis del triage indica que nuestra supervivencia a corto plazo se logra al priorizar la asignación de micronutrientes escasos. Para evitar que el organismo se desplome de la falta de hierro en el músculo cardiaco, por ejemplo, el hierro se extrae de tejidos de relevancia secundaria para la supervivencia inmediata. La teoría se propuso por primera vez en 2006 (Proceedings of the National Academy of Sciences, Vol. 103, pág 17589-94) mostrando por qué las patologías relacionadas con la edad, como la Enfermedad Cardiovascular, el cáncer y las demencias neuro-metabólicas, pueden surgir como consecuencia involuntaria de mecanismos adaptativos favorecidos en el curso la evolución, sirviendo de protección contra la escasez episódica de vitaminas o oligoelementos. Debe considerarse aquí que en la génesis de las enfermedades degenerativas descritas las mitocondrias tienen un rol central, estando profundamente afectadas por la malnutrición. En adición a los precursores de NADH+, FADH2 Y Coenzima A, necesitamos CoQ-10, Carnitina y la forma R de ácido lipoico, en abundancia para evitar la senescencia y el deterioro funcional. Si esta hipótesis es correcta -y toda la evidencia experimental y clínica sugiere que sí lo es- las deficiencias de micronutrientes que desencadenan la respuesta de distribución selectiva acelerarían el cáncer, el envejecimiento y la descomposición neuronal, pero dejan intactas funciones metabólicas críticas de corto plazo, como la producción de ATP.
En los organismos complejos existen sistemas interrelacionados que realizan una alocación selectiva de los recursos - sustancias vitales, vitaminas, etc..-, en los órganos y tejidos, según la necesidad y demanda sistémica, y priorizando la subsistencia del organismo en general. La teoría del Triage Micro-nutricional o triage vitamínico de Bruce Ames es una muy práctica y abarcadora generalización que describe cómo el cuerpo ha desarrollado una respuesta de racionamiento a la escasez de micronutrientes (vitaminas y minerales) a lo largo de la evolución. Cuando la sangre sin una vitamina o mineral, ese micronutriente escaso se asigna a proteínas esenciales para la supervivencia a corto plazo. Las proteínas con actividad enzimática necesarias para la salud a largo plazo, incluidas aquellas que protegen el ADN, no poseen entonces los cofactores apropiados (coenzimas) en sus sitios prostéticos -los sitios activos de las proteinas en los cuales se lleva a cabo su función específica- viendose así incapacitadas. Esta ausencia generalizada de capacidad enzimática es congruente con el fenotipo de envejecimiento acelerado.
Esta descripción es análoga a cuando en una catástrofe, un hospital asigna los recursos disponibles (médicos, quirófanos, oxígeno, medicinas, etc.) a un grupo de pacientes inusitadamente grande. Dado que la catástrofe ha generado una gran cantidad de heridos, los recursos habituales son insuficientes para todos. Bajo estrés logístico agudo el hospital ejecuta un protocolo de alocación especial de recursos dede la manera más racional, práctica y eficiente posible. Nuestro laboratorio había descrito muchos años atrás este fenómeno orgánico de manera poco feliz (comparada con la forma sintética y rotunda conque Ames lo definió) con la siguiente expresión: "Alocación asimétrica, órgano-específica, sectorizada y contra gradiente de ciertos nutrientes escasos en el plasma, pero de crucial importancia para la superviv